La historia de vida de Marta sintetiza la lucha de muchas mujeres que conmemoran hoy el Día Internacional de la Mujer. De pelear de chica contra la marginación por considerarse que el fútbol era exclusivamente para hombres hasta convertirse en una de las atletas más premiadas, en una consagración también como activista por la igualdad de género en el deporte.
Marta Vieira da Silva nació el 19 de febrero de 1986 en Dois Riachos, en el estado de Alagoas, en el noreste brasileño, la región históricamente más pobre y postergada del país. A temprana edad ya mostró su calidad y su pasión por el fútbol, sin darle importancia a la reticencia de muchos vecinos por la presencia de una niña en los partidos que se improvisaban en la calle.
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“Era la única niña en medio de un montón de niños y no era siempre bien aceptada. Pero nunca desistí porque me di cuenta de que era una forma de progresar en la vida y ayudar a mi familia económicamente y de una cierta manera revertir ese papel de la mujer”, dijo en una entrevista con la cadena CNN.
Mientras su madre, Tereza Vieira, afrontaba múltiples trabajos para sustentar sola a sus cuatro hijos, Marta siguió con su lucha personal por abrirse un lugar en el fútbol haciendo las juveniles en el Centro Sportivo Alagoano, y a los 14 años llegó el gran salto. Tras un largo viaje de 1.300 kilómetros arribó a Río de Janeiro y se probó en el Vasco da Gama, uno de los pocos clubes que contaba con fútbol femenino tras ser prohibido en el país por decreto entre 1941 y 1983.
Fue el inicio de una gran carrera que la llevó a migrar a países con un mayor desarrollo del fútbol femenino como Suecia y Estados Unidos, con dos períodos en los que volvió a su tierra para vestir el uniforme del Santos, equipo histórico de Pelé. Actualmente, en el Orlando Pride de la máxima división estadounidense, a nivel de clubes ganó todo, incluyendo la Copa Libertadores, la Champions League, la Copa do Brasil y los títulos de liga en los torneos que disputó.
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— FIFA Women's World Cup (@FIFAWWC) April 13, 2023
Con la selección tiene títulos de Copa América y medallas de los Juegos Olímpicos y Panamericanos. Es la máxima goleadora histórica de la Seleção (contando los combinados masculinos y femeninos) con 116 tantos y la jugadora con más conquistas en los Mundiales (también incluyendo femenino y masculino) con 17, superando los 16 del alemán Miroslav Klose.
Elegida seis veces como vencedora del Balón de Oro a mejor jugadora y primera mujer en dejar sus huellas en el “Paseo de la Fama” del Maracaná, su gran cuenta pendiente fue ganar un Mundial: fue subcampeona en China 2007, mientras que en el disputado el año pasado en Australia y Nueva Zelanda, Brasil quedó eliminada prematuramente en la fase de grupos.
También se consagró como activista por la igualdad de género, con campañas con distintas organizaciones y como Embajadora de Buena Voluntad de ONU Mujeres. En ese marco, dejó un recordado gesto en la Copa del Mundo de 2019: tras patear un penal ante Australia, Marta señaló sus botines que no tenían patrocinio de marcas deportivas para concienciar sobre el desnivel de lo que estas firmas ofrecen a hombres y mujeres.
