La Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) ha endurecido la normativa para combatir la violencia de los hinchas, obligando a los clubes a rendir cuentas por cualquier acto de agresión por parte de sus seguidores.
Esta actualización, que forma parte del Reglamento General de Competiciones de 2024, fue motivada por un incidente en el que hinchas del Sport atacaron el autobús en el que viajaban los jugadores del Fortaleza, hiriendo a seis, tras un partido en el Arena Pernambuco.
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Las nuevas normas, en virtud del artículo 79, obligan a los clubes a impedir que sus aficionados cometan actos violentos contra los equipos rivales o los árbitros durante los desplazamientos a los partidos. Las infracciones pueden acarrear graves sanciones, como la retirada de puntos o la descalificación.
“La seguridad de jugadores y oficiales es primordial, y aplicaremos medidas estrictas para mantenerla”, declaró un portavoz de la CBF. Estas medidas entran en vigor inmediatamente.
