Primera victoria contra un rival importante para Brasil aunque ninguno de los dos equipos tenía todas sus figuras. La Seleçao dominó el partido aunque con un primer tiempo igualado. Los auriverdes pusieon el juego y los argentinos la dureza aunque no les sirvió para imponerse.
En la primera parte, Neymar fue el mejor jugador aportando mucho peligro en el área rival aunque nunca hubo ocasiones claras. Argentina se había convertido en un bloque defensivo sin ideas pero repartiendo patadas por todos lados. La imagen más representativa fue la nariz sangrando de Lucas.
Ocho minutos después del descanso, Lucas culminó un contragolpe letal desde su área con tres pases al primer toque, dejando el joven delantero con la mitad del campo abierta en la que superó por velocidad a su marcador y después al portero Agustín Orión delante de los 45.000 aficionados presente en el estadio.
Brasil creció y lo intentó una y otra vez hasta que su lateral izquierdo, Cortes, en posición de media punta, cedió a Diego Souza que dejó a Neymar meter el segundo.
Esta victoria deja un buen sabor a Mano Menezes, al menos simbólica, por jugar sin los europeos.
