Se esperaba un duelo titanesco por ser entre dos grandes potencias mundiales del fútbol y por su rivalidad a pesar de no contar con los jugadores que militan en Europa pero todo quedó en nada. Los dos equipos tenían escasez de ideas, más con la ausencia de Veron y Riquelme por el lado argentino mientras Brasil no tuvo excusas con la presencia de Ronaldinho, Neymar, Casemiro…
Una ocasión clara
La única luz de la noche la puso Damiao. En el 77′, hizo un autopase a Papa antes de intentar una cuchara por encima del portero Agustín Orión que se estrelló en el poste. Fue lo único bueno y la única clara ocasión de gol del partido.
Partido gris
El resto del partido fue un intercambio de pases malos, juego lento y plano y una dureza en la defensa argentina. Los cambios no sirvieron para cambiar el tono para decepción de los aficionados que habían acudido al estadio Mario Kempes. Los dos equipos se verán las caras para la vuelta en Belem el 28 de septiembre, con la esperanza de que se vea mejor espectáculo.
Los equipos:
ARGENTINA: Orión; Cellay, Sebá Domínguez ,Desábato; Pillud, Fernández (Chávez), Canteros, Zapata, Papa; Martínez (Mouche), Boselli (Gigliotti).
Entrenador: Alejandro Sabella.
BRASIL: Jefferson, Danilo, Dedé, Réver, Kleber; Ralf, Paulinho (Casemiro), Renato Abreu (Oscar); Neymar, Leandro Damião, Ronaldinho Gaúcho.
Entrenador: Mano Menezes.
