En la historia de las Copas del Mundo, marcar tres goles en un único partido es algo muy raro. Al final entonces, la tarea se hace cada vez más hercúlea. En la historia de las Copas del Mundo sub-20 nunca había ocurrido y en las Copas del Mundo FIFA, solo en 1966, cuando Hurst marcó tres goles y llevó a los ingleses a la final. Es por eso, y por el pentacampeonato que el Brasil conquistó al Portugal, en la Copa del Mundo sub-20, que Oscar entró a la historia del fútbol mundial en la noche del domingo, en Bogotá, Colombia.
Oscar marcó los tres goles de la victoria del Brasil en la finalísima de la competición. El primero, abriendo el resultado, en falta cobrada y levemente desviada por el zaguero lusitano, el segundo que empató el juego a minutos del final, con faro de artillero, tras rebote del portero Mika. Al final, en la prórroga, Oscar cruzó y el balón entró y Brasil fue campeón del mundo con una goleada.
La carrera parece simple. Pero con 19 años, Oscar es un jugador que ya tiene historia para contar.
Promesa desde niño, transferencia polémica y gloria en la Sub20
Bautizado con nombre de ídolo del baloncesto brasileño, Oscar nació en el interior del estado de Sao Paulo, más concretamente en Americana. Para jugar al fútbol, sin embargo, a los 13 años, fue hasta Santa Barbara D´Oeste, también en el interior paulista donde tuvo su primer año en la base del Unión Barbarense, equipo de la ciudad.
Un ojeador, el mismo que llevó a Neto, media ídolo del Corinthians llevó al niño a la capital. Con 14 años el jugador fue para el Sao Paulo Fútbol Club, donde luego destacaría en la cantera. El jugador fue la promesa de la cantera são paulina, siendo comparado incluso con Kaká de 2004 a 2008, cuando, a los 17 años fue promovido al equipo principal. En los juniores, fue bicampeón Mundial de clubes sub17, en 2007 y 2008.
En los profesionales, luego en su primer año, Oscar no llegó a ser titular, pero entrenó en varios partidos, participó en el elenco que venció el Campeonato Brasileño de 2008, el tercero seguido de São Paulo. El niño apenas sabía, sin embargo, que el año de 2009 no sería nada bueno.
Envuelto en una polémica judicial, Oscar poco jugó por su club. El São Paulo lo protegía por medio de un contrato que insatisfacía al jugador. No consiguiendo negociar con el club, Oscar entró acciones legales contra su club y tras mucha pelea consiguió librarse del vínculo.
Nueva vida en el Internacional
En Junio de 2010 el jugador consiguió aceptar finalmente su contrato con un nuevo club: El Internacional de Porto Alegre. El jugador llegó como refuerzo para el Mundial de Clubes que el equipo disputaría en los Emiratos Árabes en diciembre.
En la competición, decepción total. El Inter perdió contra el Mazembe, del Congo, en la semifinal, en uno de los mayores exámenes de la historia del Internacional.
El año de 2011. Sin embargo, sería la recuperación. Primero vino el título del Suramericano Sub20 con la Selección, comandando el medio campo al lado de Lucas y Neymar. Después el título gaúcho por la Internacional en el primer semestre de 2011.
En la Copa del Mundo sub-20, ocupó Oscar la función de la camisa 11 de la Selección, complementando el medio campo, al lado de Phillipe Coutinho. Jugando bien, el jugador llegó a la final sin haber marcado ningún gol en la competición, a pesar de las elogiadas actuaciones.
En la final contra Portugal, tres goles y firma marcante en la historia de la Selección Brasileña. Oscar, aún más tras el mundial, es un nombre meditado para ser recordado por Mano Menezes.
Información de Thales Machado
