Falta un partido para que el sueño del Santos, levantar la Copa Libertadores, se convierta en realidad. Poco pudió hacer el Cerro Porteño en este partido de vuelta por ser tan ingenuo en defensa.
Apenas empezado el partido, una falta que sacó Elano permitió a Zé Eduardo abrir el marcador de cabeza. Pero nadie entiende todavía como el portero pudió quedarse en la portería en el centro. El equipo del Paraguay necesitaba tres goles para clasificarse. Una misióncasi imposible que se convirtió en imposible cuando Pedro Benitéz marcó en propia puerta un poco antes de la media hora del primer tiempo. Pero tampoco se puede culpar al defensor que intentó dar el pase de cabeza a su cancerbero y fue él que se comió el gol con su mala salida. No era su día
El entrenador del Cerro Porteño movió piezas a los diez minutos a cambiar Torres por Iturbe pero se puede preguntar porque lo dejó en el banquillo con también el goleador de la Copa, Roberto Nani, que sustituyó Bareiro en el minuto 60.
Si el otro Benítez del Cerro reduzcó la cuenta cinco minutos después del 0-2 con un cabezazo, de nuevo la zaga del local se pusó en evidencia en el tiempo ñadido del primer tienpo, dejando a la joven estrella del Santos, Neymar, penetrar en el área sin oposición y rematar a placer.
Con 1-3 en el marcador, el Santos se quedó tranquilo en su campo esperando al rival y el fin del partido con los deberes hechos. Los dos goles del Cerro para empatar de Lucero 60 y de Fabbro 81 de magnífico remate desde fuera del área no pasaron de la anécdota.
Edu Dracena se pierde la final por su exclusión en el tiempo de descuento y el Santos espera su rival, el Peñarol o el Vélez Sarsfield, que juegan la vuelta esta noche.
