El día que la selección de Brasil llevó un poco de paz a la aún convulsionada Haití

En 2004, la Seleção jugó un amistoso en el país caribeño como parte de una iniciativa para intentar contribuir al fin de la violencia.
por
Camil Straschnoy
2024-03-13 13:28:28

Haití está sumida nuevamente en un espiral de violencia, con pandillas que controlan gran parte del territorio, una comunidad internacional que ya falló en intervenciones anteriores y una crisis política que se agudizó el lunes pasado con la renuncia del primer ministro, Ariel Henry.

Esta nueva etapa de convulsión se profundizó desde el asesinato del presidente Jovenel Moïse en 2021 y fue incrementando su gravedad. En ese marco, a principios de este mes las bandas criminales emprendieron una serie de ataques contra lugares estratégicos en la capital Puerto Príncipe, como la sede presidencial, el aeropuerto o cárceles.

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La crisis es de larga data, con una inestabilidad política desde la caída de la dictadura de Jean-Claude Duvalier en 1986. En ese contexto, en 2004 se generó una intervención militar contra el mandatario Jean-Bertrand Aristide, calificada como golpe de Estado por parte de los sectores que lo respaldaban o que exigían, al menos, una salida institucional.

La violencia se apoderó de las calles y el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó el establecimiento de una misión permanente. En esta época se desplegó una fuerza internacional y una serie de iniciativas diplomáticas para intentar terminar con los violentos enfrentamientos en la calle, entre ellas una que incluyó al fútbol.

Con impulso del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, que por entonces llevaba poco más de un año en el poder en su primer mandato, la selección de Brasil fue a Puerto Príncipe a jugar un encuentro y promover la paz. La Seleção venía de ser campeona en el Mundial 20’2 en Corea y Japón, y ese mismo año ganó el premio Príncipe de Asturias por sus éxitos deportivos y la pasión que genera.

En un principio se planeó hacer un canje de armas por entradas, pero ante la posibilidad de que esto creara una carrera para conseguir cualquier tipo armamento, se modificó la idea y los tickets fueron distribuidos sin costo a familias y estudiantes.

El 18 de agosto de 2004 y en medio de un fuerte operativo de seguridad con tanques, helicópteros y militares, se jugó en el estadio Sylvio Cator el encuentro ante unos 13.000 espectadores. Fue victoria 6-0 de Brasil, dirigida por Carlos Alberto Parreira, que llevó a muchas de sus figuras: Ronaldinho (que hizo un hat-trick), Ronaldo Nazário, Roberto Carlos y Adriano, entre otros.

Poco importó el resultado. Lo relevante fue el hecho de llevar alegría y tranquilidad, aunque sea por un momento, a Haití. El gobierno de Brasil se encargó de colocar 10 pantallas para que los haitianos puedan ver en directo el partido, además de distribuir gorros, fotos y camisetas alusivas al pentacampeón.

“Estoy muy orgulloso de ser uno de los pocos que tienen la oportunidad de contribuir a poner fin a años de lucha en este país”, dijo en su momento Ronaldo, que describió como “eufórico” el ambiente por el fútbol en Puerto Príncipe.