Romário volverá al juego profesional. El actual presidente del América de Río de Janeiro se inscribió como jugador para competir en la Serie B del Campeonato Carioca. El senador, y posible candidato a la alcaldía de Río de Janeiro, formará dúo de ataque con su hijo, Romarinho.
Ha vuelto
- Romário sale del retiro después de 15 años, cuando puso fin a su carrera en 2009, jugando para el propio América;
- El presidente-jugador tendrá un salario mínimo, establecido en el contrato, que será donado nuevamente al equipo;
- En la plantilla, Romário tendrá la oportunidad de jugar con su hijo, Romarinho, fichado en marzo;
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¿Jugará?
A sus 58 años, Romário aún juega al footvolley y en algunos torneos amateurs. El presidente ya sabe que jugará poco, pero ya ha acordado con el entrenador del equipo, Marcus Alexandre, cuándo podrá saltar al campo.
En la plantilla, además de Romarinho, otro delantero disponible para el equipo es André, ex del Santos y del Vasco.
Romarinho está fichado por el América, donde su padre es presidente
Romarinho, hijo de Romário, acaba de ser fichado por el América de Río de Janeiro para formar parte de la plantilla que jugará en la segunda división estatal, con el objetivo de conseguir el ascenso a la máxima categoría la próxima temporada.
A sus 30 años, Romarinho no ha tenido mucho éxito en el fútbol profesional, ya que ha jugado en 12 equipos y solo ha marcado nueve goles en su carrera. Se une al club para ayudar en la lucha por el ascenso a la máxima categoría del fútbol carioca, nivel en el que América no está presente desde 2021.
Romário y su amor por el club
A lo largo de su carrera, Romário pasó por grandes clubes del fútbol brasileño y mundial. Dejó el Vasco y se fue al PSV holandés, luego jugó en el FC Barcelona antes de regresar a Brasil para vestir los colores del equipo más apoyado del país, el Flamengo.
En brazos del pueblo, llegó a ser campeón del mundo con la selección brasileña y fue elegido mejor jugador del mundo en 1994. También jugó en el Fluminense y el Valencia, pero siempre guardó un cariño especial al América, el equipo de su padre. Su papá, Edevair, le enseñó a amar el fútbol y a apoyar a la institución.
