Tras la reunión que tuvieron con representantes del gobierno, hicieron pública la solicitud de reanudar las actividades del equipo para el 15 de junio.
Con la pandemia de Covid-19, el fútbol se ha visto tremendamente afectado. Especialmente en Brasil, que es uno de los países con más casos en el mundo.
Luego de más de dos meses de cuarentena, los equipos brasileños temen que los jugadores pierdan condiciones.
El documento presentado por la federación, deja claro que no solicita el retorno a la liga; sino autorización para ejecutar los entrenamientos al aire libre y bajo la aprobación de la prueba de Covid-19, por parte de los jugadores y personal del equipo.
Este jueves, se prevé una reunión entre los representantes de los equipos de la federación y el alcalde de la ciudad, Bruno Covas.
En ella, los estrategas de la federación esperan presentar al alcalde un plan que no ponga en riesgo a la ciudad y que permita que los jugadores vuelvan a sus entrenamientos.
Esto sucede en el momento que Brasil se sitúa como el país más afectado de América Latina y figura entre los primeros 5 del mundo, en materia de contagios.
El documento que fue entregado en la primera reunión, manifiesta que los equipos de la federación han cumplido con todas las directrices del gobierno de São Paulo sin inconvenientes.
Por tanto, la propuesta es que durante los entrenamientos serán cumplidas las pautas de salud que ordene el ejecutivo local.
De igual forma, los equipos proponen que los jugadores sean sometidos continuamente a pruebas de Covid-19 para minimizar el riesgo de que un jugador asintomático pueda infectar a otros jugadores o personas de su entorno.
Los equipos esperan negociar las últimas condiciones con el alcalde de la ciudad para volver a los entrenamientos bajo condiciones especiales.
